Celebración del Mes Nacional de la Herencia Hispana: La historia de una enfermera
Por Blair Beggan, Director de Comunicaciones de la Asociación de Servicios Médicos del Aire (AAMS)
El Mes Nacional de la Herencia Hispana (del 15 de septiembre al 15 de octubre) es un momento para que los estadounidenses celebren los aportes que realizaron los hispanos y latinoamericanos a los Estados Unidos. Pero para los que formamos parte de la AAMS, es momento de honrar a los hombres y a las mujeres de la comunidad hispana que dejan su marca todos los días para salvar vidas en el traslado médico. Una de estas mujeres es María Fernández, Directora del Hospital Nemours Children, en Orlando, Florida. Como inmigrante y madre soltera, María tuvo que enfrentar desafíos tanto personales como profesionales para llegar a su posición actual, pero no cambiaría nada de lo que hizo. Su herencia y su cultura solo ayudan en el trabajo que hace a diario, y yo tuve la suficiente suerte de sentarme y hablar con ella.
¿Podría describir qué implica su posición actual en el Hospital Nemours Children?
En la actualidad, trabajo como Directora de los Servicios de Traslado de Cuidados Intensivos. Las edades de mis pacientes van de recién nacidos a 18 años. Y a pesar de que gran parte de mi responsabilidad está vinculada con la administración y supervisión, puedo seguir practicando mis habilidades clínicas. Comencé como enfermera practicante, y aún en la actualidad, cuando es necesario, salgo y hago ese trabajo. Para mí, la posibilidad de salir y trasladar a un paciente pediátrico que requiere cuidados intensivos es la parte más reconfortante del trabajo. Me gusta estar allí para los familiares y amigos del paciente y también para el paciente. Y mi trabajo no termina cuando el paciente deja el hospital. Hago un seguimiento de los pacientes una vez que están en sus hogares para mantener un registro de sus progresos.
¿De qué forma está involucrada con la Asociación de Servicios Médicos del Aire (AAMS)?
¡Estoy comprometida con la AAMS desde 1992! Durante mi primer trabajo como enfermera, trabajé muy de cerca con el director de mi equipo de traslado médico. En 1997, me convertí en miembro de la AAMS y me comprometí con la organización desde el primer día. Poder participar en conferencias y seminarios de capacitación me ayudó a expandir mi red y crecer como proveedora de cuidados en el traslado médico. Me encanta la riqueza de información que me ha brindado la AAMS, tanto para mi desarrollo profesional como para el crecimiento de las organizaciones para las que trabajo.
¿Nos puede contar alguna historia sobre pacientes o situaciones que fueron especialmente significativas para usted?
Hace muchos años, estaba participando en el traslado médico de un bebé prematuro que aún no había ido a su hogar debido a que sufría problemas médicos constantes. La preocupación radicaba en que el bebé desarrollaría ceguera, porque era demasiado prematuro. El paciente estaba muy inestable, pero debía ser trasladado a un especialista en otro hospital y la decisión de si se debía hacer el traslado o no cayó en mis manos. Pero yo confiaba en mi equipo y en la gente que me rodeaba. Sabía que podía trasladar de forma segura a ese bebé y darle la oportunidad de tener una mejor calidad de vida. El bebé estaba en Puerto Rico y el traslado a los Estados Unidos llevaría dos horas. Nos mantuvimos junto al bebé todo el tiempo para asegurarnos de que estuviera cómodo y estable. Sobrevivió al vuelo, fue sometido a una cirugía de la vista y ahora puede ver. La familia siente que mi decisión de trasladar a su hijo es la razón por la que hoy no está ciego, y es el día de hoy que me sigo manteniendo en contacto con ellos. Este tipo de historias son la razón por la que hago mi trabajo; les quiero ofrecer a estos niños la oportunidad de tener la mejor vida posible.
A comienzos de este año, tuve otra experiencia con un paciente que realmente me emocionó. Encontraron a un adolescente inconsciente a dos horas del hospital. El personal médico del lugar no estaba seguro de qué había causado ese estado en el joven. Llegué al lugar e inmediatamente comencé a comunicarme con mi equipo en Orlando. Usamos FaceTime para comunicarnos y compartir ideas acerca de la condición. Llegamos a la conclusión de que el paciente podría haber sufrido una reacción alérgica a algún medicamento. Cambiamos la medicación y el niño hizo un giro de 180 grados y sobrevivió. Fue increíble poder usar el conocimiento en una situación como esa y ayudar a salvar una vida. Todo el tiempo le digo a la gente que elegí la mejor profesión.
Dado que estamos en el Mes de la Herencia Hispana, ¿nos podría contar algo acerca de su historia y cómo la ayudó su herencia a convertirse en la mujer que es hoy?
Nací en Cuba, pero me mudé a México cuando era muy pequeña. Al poco tiempo, cuando tenía dos años, emigramos a los Estados Unidos. Mi mamá era madre soltera en Nueva York, crió a dos hijos y, en nuestro hogar, crecimos hablando, principalmente, español. Ella era una inspiración, nos motivaba a lograr una mejor educación y a aprovechar la vida en los EE. UU. Como madre soltera, la valoro aún más hoy y comprendo cuanto trabajó para darme una vida maravillosa.
Me mudé a Miami en 1978 porque quería asistir a la Universidad de Miami para obtener mi diploma de enfermera. Me recibí en la Escuela de Enfermería en el año 1983 y continué mis estudios y realicé la maestría en enfermería en la Universidad Nacional de Florida (FIU). En 2006, recibí mi título de la Maestría en Administración de Negocios y Administración de Servicios de la Salud. Y en diciembre de este año, ¡finalizaré mi doctorado en enfermería!
Creo que haber crecido en un hogar donde se hablaba español me dio una enorme ventaja en el mundo de la enfermería, en especial en Miami y Orlando. Tengo la ventaja de poder trabajar con pacientes hispanos, porque puedo hablarles en su lengua materna y hacerlos sentir cómodos. Durante este tiempo de crisis, la gente prefiere hablar y comunicarse en su idioma nativo y es excelente poder ofrecerles eso. Me encanta ser mentora de otras mujeres hispanas que buscan hacer la carrera de enfermera, ¡y les digo que es algo de lo que no se arrepentirán!